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El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), Wilfredo Rojo Parada, conjuntamente con los presidentes de las distintas Cámaras de Exportadores de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro y la Cámara de Exportadores del Norte (CADEXNORTE), es decir Pando y Beni, acompañados además de dos inversores japoneses con el interés de conocer otra forma de exportación en el país -uno en la construcción de barcazas, especializada para ríos, y el otro en productos alternativos en la Amazonía boliviana- realizaron un viaje a Porto Velho, ubicado en el estado de Rondonia (Brasil) con el fin de ver la factibilidad de una ruta dirigida hacia el Océano Atlántico.
El gobernador de Rondonia, que estuvo a cargo de recibir a la delegación, tiene la intención de hacer la vinculación vial con Bolivia y ha puesto todos sus oficios para llevarlo adelante. El recorrido tentativo que se mencionó fue Santa Cruz-Trinidad-Guayaramerín, donde existe un sistema de portones por el que pasarían las movilidades para llegar hasta Guajará-Mirin (ubicado en Rondonia), que es un paso de cinco minutos, y después se avanzaría 350 kilómetros hacia Porto Velho, continuaría a Manaus y saldría directamente al Atlántico.
Esta propuesta es ideal pues posee la capacidad de tener fríos, como por Porto Velho se envía mucha carne, constituye una ventaja comparativa respecto a otros puertos que llegan al Atlántico, es rápida porque sale casi junto a Venezuela, pero los costos son mayores. “Por lo tanto, puede ser una ruta alternativa interesante para los productos que se hallan en Pando, Rurrenabaque, Riberalta… lo que se debe asegurar es que la logística de la burocracia sea expedita y no se quede la carga atorada. De acuerdo al gobernador, también existe la posibilidad de poder usar un predio para el almacenamiento de la producción”, señaló Rojo.
Otro tema que se debe considerar es el de procurar carga de importación para reducir los costos de transporte, porque se tiene que efectuar de manera bimodal. “Es una ruta muy interesante, inclusive se podrían sacar productos de La Paz. La vemos con mucha perspectiva, hemos ido para hacer la prospección, mirar qué intenciones hay, qué posibilidades existen” anunció, y a la vez destacó que si se tratara de abaratar tiempo cuando ocurriera algún percance con la ruta del Pacífico, es decir Arica o Iquique, rápidamente se podrían sacar productos por ese lado.
Se tiene planeado la salida de una carga de prueba con harina de soya desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) para tantear los costos, la burocracia, los mercados y especialmente el tiempo, porque según le informaron la carga llega en 25 días a Europa, mientras que en bus en al menos 60, por lo que las expectativas son altas y vale la pena intentarlo.
En toda aquella ruta trazada, cabe mencionar el estado de la carretera Trinidad – Guayaramerín, porque no está pavimentada y es de vital importancia que se lo haga para poder trasladar la carga. “Tengo entendido que el país va a asfaltar esa zona el año 2018, está previsto y está hecho el presupuesto, de ser así se abaratarían más los costos y, si se armaría volumen de carga, ellos estarían dispuestos a reducir la cantidad de costos que pueda haber, porque el más caro que existe es de Porto Velho a Manaus. Se tendría una ruta muy bien estructurada”, enfatizó Rojo.
Actualmente, Bolivia tiene tres alternativas de salida hacia el Atlántico: la primera por Puerto Quijarro (Santa Cruz), pasando por el Canal Tamengo; la segunda que es de San Ignacio de Velasco (Santa Cruz) hacia Cuiabá (Brasil), y la última que es justamente por Porto Velho.
Según Rojo, hay varios detalles que analizar al respecto. Lo principal es “la posición de los empresarios, que cuantas más rutas alternativas existan, mejor, y si compiten entre sí, bienvenidas, porque nos van a beneficiar en términos de costo”.
El siguiente punto son las frecuencias de puerto y de naves, pues ninguno de ellos es incompatible, pero “Puerto Busch (Santa Cruz) tiene un tema adicional por ser un puerto de aguas internacionales y no habría escala burocrática en otro país”. Entonces la secuencia debería ser así: Puerto Busch, Beni y después ver San Ignacio de Velasco-Cuiabá, éste más que todo para un comercio interno que potenciaría a las otras dos rutas. Porto Velho es interesante, pero no se debe olvidar que es territorio brasilero, lo que implica un análisis de costos y un tiempo determinado para la entrega de mercadería.
En lo que respecta la salida de Guayaramerín hacia Porto Velho, es preciso hacer una proyección de beneficios, que incentivaría prácticamente a la producción y al comercio en el norte de Beni, Pando e incluso La Paz. En vez de utilizar la cordillera de Los Andes para salir al Océano Pacífico, se puede ver más opciones, como por ejemplo Riberalta, Guayaramerín, Rurrenabaque, Pando, Cobija y Porto Velho.
Pero todo ello se debe pensar “en el corto, mediano y largo plazo y ojalá que tengamos una estrategia de logística permanente que nos ayude a aterrizar en un mercado para el comercio exterior que no sea simplemente Arica e Iquique, que se los seguiría usando, sino que también haya alternativas, y mientras más existan, es mucho mejor para el empresario exportador. Lo que no queremos es tener una sola vía, pues a la larga, eso siempre perjudica”. concluyó Rojo.
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